La virtualización consiste en crear una representación virtual o basada en software de entidades físicas; por ejemplo desde aplicaciones, servidores, redes y almacenamiento.
La virtualización aprovecha al máximo el software para imitar las características del hardware y, por lo tanto, crear un sistema informático virtual. Esto permite a las organizaciones operar múltiples sistemas operativos y aplicaciones con un solo servidor. También distribuye las funciones entre varios usuarios o entornos, lo que se traduce en el máximo uso de una máquina física.